Principio 10

«Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas la extorsión y el soborno»
Adoptado en 2004, el décimo principio del Pacto Mundial de las Naciones Unidas insta a las empresas no solo a evitar el soborno, la extorsión y otras formas de corrupción, sino también a desarrollar políticas y programas concretos para combatirla, tanto en sus operaciones internas como a lo largo de sus cadenas de suministro. Además, anima al sector empresarial a trabajar conjuntamente con la sociedad civil, los gobiernos y las Naciones Unidas para avanzar hacia una economía global más transparente e íntegra.
Con la entrada en vigor de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (UNCAC) en 2005, se estableció un importante marco global para orientar la acción empresarial en esta materia. Siendo el primer acuerdo multilateral que combate la corrupción, y que es vinculante legalmente para los estados firmantes.
La corrupción puede tomar muchas formas que varían en grado desde el uso menor de influencia hasta el soborno institucionalizado. Según Transparencia Internacional, la corrupción se define como “el abuso del poder encomendado para beneficio privado”, lo cual incluye tanto ventajas económicas como no económicas.
Asimismo, las Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales consideran que la extorsión se produce cuando la solicitud de sobornos se acompaña de amenazas que ponen en peligro la integridad personal o la vida de una persona.
Los Principios empresariales para contrarrestar el soborno de Transparencia International definen el soborno como: «La oferta o recepción de cualquier regalo, préstamo, tarifa, recompensa u otra ventaja desde o hacia cualquier persona como un incentivo para hacer algo que es deshonesto, ilegal o un abuso de confianza, en el ejercicio de la actividad de la empresa”.
Por qué el Principio 10 es importante para las empresas
Combatir la corrupción es una cuestión ética, legal y estratégica. Los recientes escándalos empresariales han erosionado la confianza en el sector privado por parte de inversores, clientes, personas trabajadoras y ciudadanía en general. Hoy más que nunca, se exige a las empresas que actúen con integridad, no solo en su actividad directa, sino también a través de sus relaciones comerciales.
Además, el fortalecimiento global de las normativas de gobierno corporativo y de compliance impulsa a las empresas a adoptar sistemas de prevención de la corrupción como parte esencial de su estrategia de sostenibilidad.
Cada vez más entidades inversoras consideran los sistemas de integridad empresarial como indicadores de una gestión eficaz, ética y orientada al largo plazo.
Las empresas, independientemente de su tamaño, pueden enfrentar graves consecuencias si no abordan de forma activa la corrupción.
El negocio puede enfrentar:
Riesgos legales: muchas formas de corrupción son ilegales no solo en el país donde se producen, sino también en el país de origen de la empresa.
Riesgos reputacionales: basta una acusación pública para dañar la imagen de la empresa, incluso sin una sentencia judicial.
Costes financieros: se estima que la corrupción compromete hasta un 5 % del PIB mundial y desvía cerca del 25 % del gasto público global.
Desconfianza interna: la falta de ética deteriora el compromiso y la moral de las personas trabajadoras, afectando la cultura organizacional.
¿Qué pueden hacer las empresas?
A NIVEL INTERNO
A NIVEL EXTERNO
EN ACCIÓN COLECTIVA
Establecer políticas y programas anticorrupción que incluyan códigos de conducta, procedimientos de denuncia y formación continua.
Incluir medidas contra la corrupción en todas las áreas de la organización y en la toma de decisiones.
Realizar evaluaciones periódicas de riesgos y fortalecer la gobernanza corporativa.
Reutilizar materiales dentro del ciclo de producción para reducir residuos.
Comunicar de forma transparente los avances y compromisos anticorrupción a través del informe de progreso anual.
Compartir buenas prácticas y experiencias con otras organizaciones y redes empresariales.
Establecer requisitos anticorrupción en los contratos con proveedores, socios comerciales y agentes.
Construir alianzas contra la corrupción participando en iniciativas sectoriales o regionales. Para más información, visitar la Plataforma de Acción Colectiva de Anticorrupción de Pacto Mundial de la ONU España.
Unirse a Pactos de Integridad, acuerdos entre empresas y entidades públicas para garantizar procesos de contratación transparentes y justos.
Firmar Declaraciones de Anticorrupción, compromisos específicos de cumplimiento ético en proyectos o transacciones concretas.
Integrarse en coaliciones empresariales certificadas, que exigen estándares éticos elevados y auditorías externas regulares.
Desarrollar o participar en acciones formativas y de sensibilización colectiva, orientadas a fortalecer las capacidades empresariales frente a la corrupción.
Firmar el Llamado a la Acción Anticorrupción, que promueve un entorno empresarial justo y transparente y refuerza la gobernanza para una economía global sostenible e inclusiva.
¿Qué herramientas tienen las empresas a su disposición para facilitar la contribución al Principio 10?
Programa de capacitación: Proveedores Sostenibles
Herramienta Marco Empresarial del ODS 16
Plataforma de buenas prácticas empresariales COMparte
Biblioteca de Gobernanza y Anticorrupción
Normativas a nivel España y Unión Europea relacionadas con el Principio 10
En el Buscador de normativas de sostenibilidad de Pacto Mundial de la ONU España podrás encontrar las normativas sobre sostenibilidad empresarial relacionadas con el buen gobierno y la transparencia que pueden afectar a las diferentes tipologías de empresas.
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