9 de noviembre 2022 |

Cambio climático

Acción climática y transición justa, dos caras de la misma moneda

La situación del clima actualmente es de código rojo. Desde el Pacto Mundial impulsamos una acción decidida y sólida que se base, a ser posible, en los objetivos basados en la ciencia. Sin embargo, no podemos perder de vista que la acción por el clima debe tener en el centro a las personas. La transición justa vincula los derechos humanos, la reconversión económica y el mundo laboral con los objetivos del Acuerdo de París y la Agenda 2030 . Ante esto las empresas tienen un rol fundamental, así como ventajas. La transición justa nos dice que, en el camino de alcanzar los objetivos climáticos, tenemos que levantar la cabeza y mirar alrededor buscando el apoyo y la participación de gobiernos, empresas, plantillas, comunidades locales, el sector financiero, la sociedad civil y la ciudadanía.

Cuestiones que abordamos en una guía creada por el Laboratorio de Ideas sobre la Transición Justa del Pacto Mundial de la ONU y que está basada en los Principios Rectores de la transición justa establecidos en las «Directrices para una transición justa hacia economías y sociedades ambientalmente sostenibles para todos» de la Organización Internacional del Trabajo.  

Esta guía, que acabamos de traducir al castellano, se centra en el concepto de transición justa, que contribuye a garantizar que la transición hacia la reducción a cero de las emisiones netas y la resiliencia climática sea ordenada, inclusiva y justa, genere oportunidades de trabajo dignas y no deje a nadie atrás. Y hace hincapié en algo fundamental:  que la transición justa no es una práctica independiente; es un enfoque basado en principios respecto a las actividades de mitigación del cambio climático y de adaptación al mismo, pertinente para todos los países y sectores.

Queremos llamar la atención desde otro prisma sobre que trabajar a favor del clima consiste en plantear de forma simultánea y coherente las tres dimensiones del desarrollo sostenible -medioambiental, social y económica-, por lo que el papel empresarial vuelve a adquirir toda la relevancia. A lo largo del documento se conocerá en profundidad el significado de este concepto, acciones prioritarias para las empresas, áreas de trabajo relevantes, ejemplos de modelos de negocio, glosario de términos clave y una guía de recursos.

¿Cuál es el papel de las empresas en una transición justa?

El sector privado desempeña un papel fundamental. Empresas concienciadas y responsables pueden apoyar este proceso de transición justa a través de sus propias políticas y acciones. Además, pueden instar a la administración para que creen políticas públicas que la favorezcan.

Dentro de las compañías resulta imperativo abogar por el diálogo social. Este concepto que requiere de la implicación de los grupos de interés resulta clave para encaminarnos en dirección a la transición justa. Para ello es necesario contar con una conducta empresarial responsable y el respeto por los derechos humanos, incluidos los derechos laborales. Es decir, la acción empresarial tiene su inicio en su conducta, respaldada por los Diez Principios del Pacto Mundial de la ONU.

El sector privado desempeña un papel fundamental en la consecución de una transición justa. Las empresas, en particular las microempresas y las pymes, constituyen una fuente significativa de empleo en todo el mundo y son fundamentales para la innovación y la creación de riqueza. Las empresas emplean y ofrecen oportunidades de formación a los/as trabajadores/as; desarrollan e implantan tecnologías; proporcionan bienes y servicios a las personas consumidoras, al sector público y a otras empresas; afectan a las comunidades en las que desarrollan sus actividades; mantienen relaciones con otras empresas; entablan relaciones con los gobiernos; e influyen en las sociedades y las economías de muchas otras maneras.

Cómo beneficia la transición justa a las empresas

El sector privado es tan protagonista de una transición justa como el resto de actores. Enfocar la acción climática desde este punto de vista, además, conlleva ventajas para las empresas, que quedan reflejadas en esta publicación. Entre ellas, se encuentran:

  • La transición justa ayuda a las empresas a reducir riesgos y costes, a aumentar la productividad y permite mitigar los riesgos sistémicos tanto operativos como tecnológicos o de mercado. Esto último, se puede conseguir gracias al diálogo social y al respeto de los derechos laborales.
  • Los principios de la transición justa también pueden ayudar a detectar sinergias entre las tres dimensiones ASG.
  • Al gestionar mejor sus impactos sociales y medioambientales, disfrutarán de mejores relaciones con los grupos de interés y de una licencia más sólida para desarrollar sus actividades.
  • Según lo comentado en el punto anterior, se mitigan diversos riesgos financieramente significativos, incluidos los de índole jurídica y los reputacionales, vinculados en las tres dimensiones ASG.  Esto incluye, por ejemplo, los riesgos asociados a las relaciones laborales; o los riesgos del capital humano/operativos derivados de la exposición al riesgo climático físico, como el estrés térmico.
  • Las buenas relaciones laborales promueven la innovación y la flexibilidad y resultan clave para reducir los costes de litigios y los riesgos para la reputación asociados a las pérdidas de puestos de trabajo, los activos obsoletos y la reestructuración.

Siete acciones para comprender y aplicar la transición justa

Se pueden citar siete pasos para entender y practicar la transición justa: 

  • Crear un mapa para el compromiso interno sobre la transición justa: en primer lugar, las compañías deben realizar una identificación de prioridades.
  • Establecer una base a través de políticas y prácticas sólidas para respetar los derechos en el trabajo y otros derechos humanos.
  • Colaborar: involucrarse con las organizaciones de trabajadores en el diálogo social procurando la participación de los grupos de interés dentro de la empresa y mantener un diálogo social bipartito y tripartito.
  • Planificar: Hacer planes de negocios a largo plazo que integren principios de transición justa.
  • Pasar a la acción: integrar un diálogo social continuo, procurando la implicación de los grupos de interés, y llevando a cabo la diligencia debida en materia de derechos humanos e impactos medioambientales.
  • Asociarse: resulta imprescindible implicar a los gobiernos en el diálogo social junto con las organizaciones de trabajadores/as.
  • Aprender, integrar y comunicar: medición y notificación de acciones, retos e impactos, con el objetivo de fortalecer la rendición de cuentas y la cooperación con los grupos de interés.

Descarga aquí la publicación. 

Compartir

Etiquetas

Únete

Si quieres formar parte del mayor movimiento mundial por la sostenibilidad ¡HAZTE SOCIO! y da un paso adelante en tu compromiso.

Más info
Te puede interesar