15 de diciembre 2021 |

Medioambiente y clima

Diez oportunidades que te harán apostar definitivamente por la economía circular

Según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España se generaron en 2019 en torno a 22,8 millones de toneladas de residuos, un 0,3% más que en el año anterior. Por persona, esta cifra se traduce en 483,7 kilos de residuos por habitante al año. Una cifra muy alta, que debería hacernos replantearnos nuestro nivel de consumo, pero también adónde va a parar nuestra “basura”: ¿qué porcentaje de esos residuos que generamos entra en el ciclo de la economía circular?

La respuesta a esta pregunta no es muy optimista pues, de acuerdo con los datos de Eurostat, en España tan solo reciclamos el 34,7% de lo que generamos, un 13% por debajo de la media europea. Es decir, tan solo alrededor de un tercio de los residuos pasaron por procesos de economía circular que podían otorgarles una nueva vida y evitar su salida al vertedero.

Y es que, la economía circular no es solo una solución a un problema que impacta directamente en el deterioro del medioambiente, sino que también es una fuente de oportunidades económicas y empresariales. A continuación, desglosamos diez oportunidades que otorga este modelo según nuestro último paper Modelos de negocio basados en la economía circular: cómo pueden las empresas pasar de la linealidad a la circularidad:

1) Minimiza los costes y acelera el crecimiento empresarial: el principio de minimizar los costes se encuentra en todos los manuales de gestión empresarial. Es una manera de aumentar la eficacia y el beneficio pero que no siempre pasa por recortar, sino que también podemos conseguir a través del intercambio de subproductos, la reutilización de componentes y el reciclaje de los residuos. Todas estas estrategias forman parte de la economía circular, cuya aplicación está estimada que genere un ahorro de 600.000 millones de euros para las empresas europeas, equivalente a un 8% de su cifra de negocio. Y no sólo supone un ahorro en costes, también genera beneficios. Según la Fundación Ellen MacArthur, SUN y McKinsey adoptando un modelo económico circular, el PIB europeo podría aumentar hasta un 11% para 2030 y un 27% para 2050, en comparación con el 4% y el 15% en el escenario de desarrollo actual de carácter lineal.

2) Atrae las inversiones responsables y facilita el acceso a nuevas fuentes de financiación: la preocupación sobre futuras crisis asociadas a aspectos medioambientales como el cambio climático unidas a una creciente conciencia ciudadana acerca del desarrollo sostenible, han hecho que los inversores desvíen su atención hacia las carteras responsables. En concreto, el estudio de Spainsif ‘La Inversión Sostenible y Responsable en España 2021’, revela que, tras alcanzar una cuota de mercado del 54%, la Inversión Sostenible y Responsable (ISR) superó en 2020 por primera vez a la ‘tradicional’. Así, los activos gestionados con criterios ASG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo) sumaron 345.314 millones de euros.

3) Mayor seguridad en la cadena de suministro: con la pandemia de la COVID-19 hemos visto que uno de los riesgos de la cadena de suministro recae en la dependencia a los materiales vírgenes, pues estos pueden sufrir períodos de escasez y volatilidad en los precios. La economía circular, por su parte, neutraliza ese riesgo a través de procesos de reciclaje y reutilización de los productos que alargarán su tiempo de vida en la cadena de suministro y, por tanto, reducirán la dependencia de a los recursos naturales vírgenes.

4) Aumenta la innovación y el surgimiento de nuevas líneas de negocio: la innovación es uno de los grandes aliados del desarrollo sostenible, pero también de la prosperidad económica. Y, sin duda, también es una de las palancas necesarias para desplegar la economía circular y desbloquear nuevas líneas de negocio asociadas a ella. Por ejemplo, el proyecto Bread4PLA, ganador del ODS 12 en la primera edición de los Reconocimientos go!ODS, basa su modelo de negocio precisamente en la aplicación innovadora del modelo circular. ¿Cómo? Mediante la creación de envases biodegradables para productos de panadería y bollería a partir de residuos de pan. Este es solo un caso concreto, pero se estima que estos nuevos modelos empresariales han generado ya un valor añadido de casi 147.000 millones de euros.

5) Mejora de la reputación y la competitividad y 6) Mayor interacción y satisfacción de clientes consumidores. En los últimos años hemos asistido a una creciente concienciación ambiental y social del consumidor. Éste, se encuentra cada vez más informado sobre el impacto que tiene su consumo en el planeta y las personas y, por tanto, es más sensible a la información que recibe sobre los productos. Por ello dan prioridad a aquellas marcas sostenibles, transparentes, y alineadas con sus valores. Según un estudio, el 70% de los consumidores que compran teniendo en cuenta estos valores paga una cantidad adicional de un 35% más por sus compras sostenibles, ya sean productos reciclados o ecológicos. Esto hace que las marcas que apuesten por la sostenibilidad, no sólo mejoren su reputación y la satisfacción de los consumidores, sino que además escalen posiciones en el mercado, siendo más competitivas.

7) Favorece las alianzas y los negocios. Cada vez más, las grandes corporaciones y la administración pública exigen a sus socios comerciales un comportamiento responsable y sostenible.  Es el caso de la Estrategia Nacional de Contratación Pública, que está prevista que promueva medidas dirigidas a utilizar las posibilidades de la contratación pública para apoyar políticas ambientales, sociales y de innovación. Y en este contexto, los ODS se incorporarán como el marco general de objetivos, metas y criterios.

8) Facilita la adaptación a las normativas en materia de medioambiente. En el último año hemos asistido a una avalancha normativa en materia medioambiental, entre las que destaca la primera Ley de Cambio Climático y Transición Energética de España. En ella se plantea, entre otros objetivos, “reducir en el año 2030 las emisiones de gases de efecto invernadero del conjunto de la economía española en, al menos, un 23% respecto del año 1990”. Una meta que reclama la acción del sector empresarial. Según nuestro paper, si se adoptara la economía circular en solo cinco sectores clave (acero, aluminio, cemento, plástico y alimentos), las emisiones anuales de gases de efecto invernadero podrían disminuir en 9.300 millones de toneladas de CO2 en 2050, lo que supondría una gran aportación al objetivo nacional de emisiones y además, facilitaría a estas empresas la adaptación a los requisitos de la normativa.

9) Disminuye los riesgos asociados a un elevado impacto ambiental y social. Cuando hablamos de riesgos, también hablamos de la posibilidad de que las empresas pierdan su licencia para operar si infringen normativas medioambientales relacionadas con la explotación de materias primas, generación de residuos, contaminación, etc. El hecho de alinear sus negocios con un modelo circular disminuye estos riesgos, pues ya de por sí, es un modelo respetuoso con el planeta.

10) Alinea los procesos operativos y la cultura empresarial con la Agenda 2030: como señalamos en artículos anteriores, la economía circular es una parte integral de la Agenda 2030, en la que prácticamente una quinta parte de las metas están asociadas a este modelo. Por ello, apostar por el mismo significa apostar por el modelo que nos dirigirá al cumplimiento de los ODS.

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