Principio 8

Procesos más limpios y eficientes se traducen en una reducción de costes y uso de recursos.

Mejor acceso a instrumentos económicos favorables, como bonificaciones fiscales, permisos comerciales o créditos sostenibles

Preferencia por parte de aseguradoras y entidades financieras, que valoran modelos de negocio con menor riesgo ambiental.

Anticipación al endurecimiento normativo en materia de sostenibilidad.

Mejora de la imagen corporativa y reputación ante clientes, inversores y sociedad.

Atracción y retención de talento, especialmente entre personas que buscan trabajar en empresas comprometidas.

Respuesta activa a la creciente preocupación social por la salud humana y la protección del entorno natural.

Definir una visión estratégica que incluya el desarrollo sostenible en todas sus dimensiones: prosperidad económica, calidad ambiental y equidad social.

Establecer objetivos e indicadores de desempeño ambiental, social y económico.

Implementar programas de producción y consumo sostenibles, con metas a largo plazo que superen el mero cumplimiento normativo.

Colaborar con proveedores y empresas diseñadoras de producto para mejorar el desempeño ambiental en toda la cadena de valor.

Adoptar códigos de conducta y compromisos sectoriales o internacionales para reforzar el cumplimiento ambiental.

Medir, controlar y comunicar avances en sostenibilidad mediante informes públicos y estándares reconocidos.

Garantizar la transparencia y el diálogo permanente con los grupos de interés.

Herramientas de evaluación: evaluación de impacto ambiental, análisis de riesgos, ciclo de vida de productos, evaluación tecnológica.

Herramientas de gestión: sistemas de gestión ambiental, ecodiseño, economía circular.

Herramientas de comunicación e informes: huella ambiental corporativa, informes de sostenibilidad, informes de progreso.